OVEJAS
Otra mudanza ad portas, otro baldazo que te limpia la cara y te recuerda la falta de herencia, lo lejos, lejísimo que estás del lujo de un pedacito de tierra, un puñadito de concreto en la ciudad muerta, un lugar para expandir los huesos y decir: -aquí planto las papas, aquí la biblioteca, allá la guitarra- De pronto, como despertando de un mal sueño te ves otra vez en tetas, con todos los cachivaches en la mano. Comienza el frenético malabar de regalar, vender, intercambiar; ropa, libros, inventos. Te vas consolando sola, calladita entre murmullos rumeantes con la idea de que te estabas aburguesando: muchos años cómoda. No acusas recibo de la crisis existencial que te tuvo más o menos un año al borde del suicidio, los dos novios en cuatro años, las largas noches de charla con afectos que se fueron diluyendo, ese tiempo emocional que te hace anciana: No vale, no sirve, no engorda las arcas del crecimiento capitalista neoliberal. Cuando el recurso emocional/ intelectual no tiene utilidad, cuando los años de acumulación de experiencia en sobrevivencia en esta guerra ridícula no son suficientes, una tiende a interrogar a su porfía: explícame ¿De que te han servido tantos años de rebeldía? Te has especializado en oficios inútiles: aprendiste a tientas todo, sin método, experimentando. Además crees que la comunicación es un ejercicio profundo que requiere mucho más que el intercambio de datos, eso requiere paciencia y cuidado, bienes que no cotizan en el mercado inmobiliario. Tiendes al encabronamiento fácil: odias, no toleras la injusticia y te dan ganas de agitar al movimiento okupa internacional cuando en tu búsqueda de casa te encuentras escuchando a una señora de 60 y largos diciéndote -muy suelta de raja- que “alguien estará dispuesto a pagar lo que pido, nunca se sabe en las condiciones que vive la gente” eso mientras se caía a pedazos (literal) la propiedad inhabitable que nos mostraba. Después de ese suceso -mediando obsesiones- averigüé de que para saber quién es el dueño de una propiedad en CABA se debe ingresar una solicitud (firmada por abogado o funcionario acreditado para tal efecto) al registro de propiedad del inmueble y que el costo del tramite sale 25 US veinticinco dolarucos. Para nosotrxs la plebe aregntina; un dineral, para las arcas acumuladoras de los buitres inmobiliarios; una cosita poca. Es acá donde yo empiezo a delirar y me imagino con las pibas tirando de una patada el portón de esa casa en barrio Flores regentada por la señora suelta de raja. Si bien era una porquería dada la cantidad absurda de dinero que pedían era perfectamente habitable con compinches buenxs pa entrarle a la mano de obra.
¿No les da vergüenza pagar para vivir en el mundo?
¿No les provoca odio tener que vender su fuerza laboral,sus cuerpos, sus hermosas mentes, su deber de ocio a las basuras que regentan el orbe?
¿No le sienten furia frente a la mano que elige entre los autodenominados protectores de la Tierra libre quién vive y quién muere?
¿No les provoca náusea la distracción de los circos mediáticos locales que compartimos desde nuestros cubículos tecnológicos?
¿No les da pena sentirse buena gente por que hacen lo que pueden?
¿Vuestra animalidad se ha limitado a la oveja?
¿Es usted una oveja culta? ¿Una oveja científica?
¿Es usted una oveja que se cree Lobo por que ha mutilado, ha abusado otras ovejas?
¿Cree que el psicoanálisis lo salvara de su propia ovejitud?
¿Es una oveja anciana? ¿Una oveja negra?
¿Una buena oveja?
¿Estás entregando tu cuota de lana y de carne como hija santa de la santa iglesia?
¿Hay alguien ahí?
¿Estás durmiendo?
¿Están tratando de conciliar el sueño?
¿Estás contando ovejas?
¿Estás balando suave camino al matadero?
15 de Marzo 2019.
Mansión Moreno.
Barrio Monserrat CABA