“Yo prefiero el caos a esta realidad tan charcha”
Redolés
Como persona adulta migrante he sentido el viaje como un destino expulsivo. He tenido 3 grandes vueltas que puedo identificar como tales: La primera, el lugar en el que crecí, allá al sur del sur como ya les conté. Nunca encajé, por disidente, por loca, por diferente (?) Por más que vuelva nunca he podido pertenecer, siempre seré la visita, la observadora/observada.
La segunda expulsión identificable es el país por asignación legal, región chilena, país largo y amargo con un misterio que me fascina, misterio que radica en la sabiduría de su pueblo profundo al cuál amo y admiro pero que me abofetea con la pregunta de este destino navegante ¿Se puede pertenecer -como los árboles- firmes y serenos? No. No se puede, no pude, no puedo. Mi hambre no logró jamás comunicarse de una manera fluida con otras hambres. Quizás tenga que ver con el tan arraigado fascismo ignorante, con el arribismo chilensis, con el consumismo neoliberal de la herencia pinochetista.
La deuda, los machos, la imposibilidad de acceder a una educación de calidad, un pueblo embrutecido por el alcohol y los antidepresivos me chilla y me chillan en la oreja. Chile ha soportado una transición a la “democracia” ridícula. 46 años de represión ininterrumpida y laboratorio del modelo neoliberal en latinoamerica. Les habilito a imaginar en todas las direcciones posibles que es lo significa eso -Warning: pueden entrar a un brote psicótico, les puede doler - Es ahí, en esa herida, con esa rabia, donde brota mi contradicción: aprendí a amar delirantemente a todo lo que implique desobediencia. Si pudiese arriesgarme a nombrar a la gente de la región chilena ha sabiendas que a nivel geográfico estamos terriblemente desconectadas y no queriendo caer en chovinismos pelotudos diría: Somos porfiadas, insistentes, busquillas. No hay catástrofe que nos detenga ¿Terremotos? ¿Maremotos? ¿Corte de ruta por nieve? ¿Aislamiento? ¿Pacos qls cagándonos a palos en la calles? ¿No llegar nunca fin de mes con las lucas? Ahí esta una insistiendo, buscándole la quinta pata al gato, matuteando, traficando ropa, pidiendole un palo de leña a la vecina, vendiendo joyas o weás electrónicas, haciendo completadas, bingos, rifas con las cabras , un carrete pa juntar las lucas que faltan pa comprar el megáfono pa seguir gritando en la calle de que “preferimos el caos a esta realidad tan charcha”
La tercera migración absurda es esta última. Ocho años viví aquí y llegué casi por casualidad a instalarme en Argentina,completamente inconsciente de lo que significaba un proceso migratorio. Me vine un poco por inocente, otro poco por caliente y otro poco por ambiciosa. Inocente por que jamás pensé que iba a ser tan tan duro. Naara -la busquilla- lloraba todo el primer año cuando escuchaba a Los Jaivas. Extrañaba la calle, la comida (todavía la extraño) Me deprimí -posta- no me podía levantar, no entendía NADA, quién era quién en el circo político, donde había que informarse para saber que realmente sucedía a nivel mediático/periodístico, que era un ABL, por qué chucha había que tener un garante propietario para alquilar (?) que es un CESAC, un CBU, una obra social y un montón de pindogas que hoy me parecen obvias por que justamente ya incorporé parte de la cultura porteña/bonaerense/argentina .
Eso es justamente lo que más le cuesta entender a una persona no migrante: La cantidad de información que carga un cuerpo que ha pertenecido siempre al mismo territorio es un montón de información basura que nos define como habitantes de una cultura pre determinada por formas y costumbres que nada tienen que ver con la memoria social de un pueblo y que no se han definido por bien común si no que han pasado de generación a generación con toda una carga de valores republicanos/burócratas que NO NOS SIRVEN DE NADA. Recuerden amiguis “yo prefiero el caos a esta realidad tan charcha”
Hoy a la noche ya me voy al aeropuerto para llegar a Bogotá a encontrarme con la gente querida de la Red Antimilitarista de AmericaLatina y el Caribe. Vamos a un encuentro con la Internacional de Resistentes a la Guerra, ahí trabajaremos en unas mesas sobre las diferentes alternativas de construcción de paz (desde modelos de justicia alternativos al patriarcal, género, comunicación y otras resistencias contra los males del modelo neoliberal) Después tenemos nuestra asamblea interna y nos vamos a la frontera en Cúcuta a hacer un entrenamiento para una acción directa no violenta. Suena a jipeada, pero no lo es. He visto de cerca estos meses como las compas de la Red en territorio han dejado el cuerpo para que estemos muchas presentes ahí. Ya les contaré en detalle por que me han invitado a enviar una crónica a el portal AnRed de Argentina.
El encuentro pasado con la Red fue en Paraguay y además de ganarme el premio limón (je) se me bautizo “la chilentina” medio chilena, medio argentina, esa cosa indefinible de la gente que anda. Ese embutido de ángel y demonio diría don Nicanor Parra (pónele) Esta mezcla mestiza de antepasada eslava y chilota. Esta contradicción palpitante entre pertenencia y huida.
27 de Julio 2019
Buenos Aires.